Muchos de nosotros asociamos comúnmente las frutas con el dulzor y las verduras con sabores salados. Sin embargo, la clasificación botánica no siempre se alinea con esta percepción. Identificar si una verdura es, en realidad, una fruta implica comprender su origen botánico.
Botánicamente hablando, un fruto es una estructura que produce semillas internamente. Este proceso ocurre dentro del ovario de una planta con flores. Por el contrario, las verduras se derivan de diversas partes de las plantas, como hojas, raíces y tallos, excluyendo los frutos que brotan de las flores de la planta.
Esta perspectiva botánica revela una verdad sorprendente: ¡varios alimentos que comúnmente etiquetamos como vegetales son, en realidad, frutas! Entonces, la próxima vez que reflexiones sobre la distinción entre frutas y verduras, recuerda que no se trata sólo del sabor sino de los procesos botánicos que tienen lugar dentro de la planta.
¿Fruta o verdura?
La cuestión de si algo es una fruta o una verdura puede parecer sencilla, pero es más compleja de lo que parece. En términos botánicos, un fruto es la parte de una planta que encierra sus semillas, mientras que un vegetal engloba cualquier parte comestible de la planta excepto su fruto y sus semillas.
Sin embargo, esta claridad botánica se enredó en 1893 cuando un caso de la Corte Suprema añadió confusión. Un mayorista de Manhattan, John Nix & Co., cuestionó un arancel a las hortalizas importadas impuesto a los tomates caribeños. Nix argumentó que los tomates, botánicamente frutas, no deberían enfrentar el arancel a las hortalizas. A pesar de la verdad botánica, el tribunal falló en contra de Nix, afirmando que los tomates eran tratados como vegetales en el lenguaje y los hábitos de consumo comunes.
El juez Horace Gray comentó: “Desde el punto de vista botánico, los tomates son el fruto de una vid, al igual que los pepinos, las calabazas, los frijoles y los guisantes. Pero en el lenguaje común de la gente, ya sean vendedores o consumidores de provisiones, todo esto son verduras”.
Desde entonces, la confusión entre frutas y verduras ha persistido.
¿Importa realmente la distinción? Si bien algunos pueden decir: "Una rosa con cualquier otro nombre olería igual de dulce", a muchos todavía les importa. Para los entusiastas de la comida, los jardineros, los entusiastas de los idiomas y los rigurosos con la precisión, sí importa. En un mundo donde muchas personas están desconectadas de sus fuentes de alimentos, comprender lo que comemos nunca ha sido más relevante.
Para arrojar luz sobre el asunto, recurramos a las ideas del autor y científico de alimentos Harold McGee de su renombrado libro, “Sobre la comida y la cocina: la ciencia y la tradición de la cocina”(edición 2004). McGee profundiza en el tema de “Frutas utilizadas como verduras” y ofrece explicaciones detalladas para cada una.
Frutas que crees que son verduras
1. Tomates
Los tomates son los más fáciles de entender entre las frutas. Aunque muchos podrían pensar que son vegetales, los tomates son frutas y son bastante famosos. Originalmente eran frutos amargos que se encontraban en los desiertos costeros de América del Sur, hace millones de años. Con el paso del tiempo, se desarrollaron y ganaron preferencia variedades más dulces, transformándose en los deliciosos tomates que disfrutamos hoy. Hoy en día, estas frutas versátiles prosperan en todo el mundo y presentan una variedad de colores y tamaños.
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2. Pepinos
Los pepinos pertenecen a la familia de las cucurbitáceas, al igual que las calabazas y los zapallos. Son bastante populares, así que hablemos de ellos por separado. Estos ingredientes para ensaladas vienen en varios tipos. Algunos son firmes y amargos, otros tienen una piel tierna con un dulzor suave y algunos son excelentes para encurtir. A pesar de su sabor, es importante tener en cuenta que técnicamente los pepinos son frutas, no verduras.
3. Pimientos dulces, chile y pimiento
Los pimientos dulces, los chiles y los pimientos pertenecen a la misma familia. Los pimientos son como bayas con semillas en su interior. Dato interesante: Colón los llamó "pimientos" porque su picante le recordaba a la pimienta negra. Los aztecas originalmente los llamaban chile. Los pimientos vienen en diferentes tipos, desde los extremadamente picantes hasta los dulces que nos gustan en las ensaladas. Es sorprendente, pero en realidad son frutas, no verduras.
4. Calabaza y zapallo
La calabaza y el calabacín pertenecen a la familia de las cucurbitáceas, que también incluye la calabaza de invierno, la calabaza de verano, el calabacín, el pepino, el pepinillo y el melón. Son como un grupo de hermanos con diversas características. Estos "frutos" provienen de las flores de una planta que parece una enredadera y puede arrastrarse por el suelo o trepar por un enrejado.
Es como si fueran miembros de una familia que crecen de diferentes maneras pero aún están conectados. Hay muchos tipos diferentes de calabazas y calabacines, cada uno con sus características especiales. A algunos les gusta tumbarse en el suelo, mientras que otros prefieren trepar a lo alto. ¡Es una gran familia con muchas opciones y cada uno tiene su propia historia que contar!
5. aceitunas
Originarias de la región del Mediterráneo oriental, ¡las aceitunas son realmente frutas! Sorprendentemente, las aceitunas recién cogidas son extremadamente amargas. Para que sean agradables, deben someterse a un proceso de curación con agua o salmuera hecha de sal y agua, o sal, vinagre y agua, o solo sal sola. Este método de curado es esencial para eliminar el compuesto oleuropeína que causa el amargor, transformando las aceitunas en deliciosas delicias. Es interesante observar que las aceitunas son frutas, no verduras.
6. Berenjena
Si lo llamas berenjena o berenjena depende de en qué parte del mundo te encuentres. A pesar de ser comúnmente conocida por su color púrpura oscuro, la berenjena es en realidad una fruta. Viene en varias formas, tamaños y colores más allá del familiar tono púrpura. Un uso popular de la berenjena es en la salsa del Medio Oriente llamada baba ganoush.
Su textura carnosa también la convierte en un excelente sustituto de la carne en diversos platos. Con su versatilidad y variedad de variedades, la berenjena añade un toque único a las creaciones culinarias de todo el mundo.
7. Maíz Dulce
Recientemente descubrí algo sorprendente sobre el maíz dulce: ¡en realidad es una fruta! Cada pequeño "grano" de la mazorca de maíz se considera una fruta. El maíz dulce suele tener un color amarillo, pero también se puede encontrar en variedades blanca, azul, roja y verde.
Es interesante pensar en el maíz dulce de una manera nueva. A menudo lo vemos como una verdura sabrosa, pero los pequeños granos de la mazorca son en realidad frutas. Esto hace que el maíz dulce sea único, ya que normalmente asociamos las frutas con cosas como manzanas o bayas. La variedad de colores en los que se presenta el maíz dulce aumenta su atractivo. No sólo está delicioso, sino que además aporta un toque de color a nuestros platos.
La próxima vez que disfrutes de una porción de maíz dulce, recuerda que con cada bocado te deleitarás con una delicia afrutada. Es fascinante cómo la naturaleza nos sorprende con sus clasificaciones, convirtiendo una verdura común en una colección de diminutos frutos comestibles.
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8. Aguacate
El aguacate, una apreciada fruta cremosa, proviene de Centroamérica y pertenece a la familia de los laureles. Sorprendentemente, su nombre inicial, 'ahuacatl', derivado de una lengua azteca, suena bastante parecido al término español 'aguacate' para aguacate. Curiosamente, 'ahuacatl' se traduce como 'testículo' en referencia a la forma del fruto, que se asemeja a la de la anatomía masculina.
La textura rica y cremosa del aguacate lo convierte en el favorito de muchos. Originaria de Centroamérica, esta fruta es miembro de la familia de los laureles. Sorprendentemente, su nombre original, 'ahuacatl', proviene de una lengua azteca y suena similar a la palabra española 'aguacate'. Curiosamente, 'ahuacatl' significa 'testículo', nombre que se le da al fruto debido a su forma.
9. Judía verde
Puede que las judías verdes no parezcan frutas, pero en realidad provienen de las flores de las plantas de frijol. A la mayoría de nosotros nos gusta comer las vainas tiernas con sus frijoles inmaduros, ya sea al vapor, salteados o incluso crudos. Sin embargo, si se permite que los frijoles maduren, podemos descubrir frijoles duros y ricos en proteínas, como los frijoles negros o los frijoles pintos, abriendo las vainas. Estos frijoles tienen la ventaja de poder almacenarse durante largos periodos.
Esta categoría también incluye el tirabeque, que produce vainas planas de guisantes, así como vainas de guisantes y judías verdes. Entonces, la próxima vez que disfrutes de estas deliciosas delicias verdes, recuerda que no solo estás saboreando vegetales, sino que también te estás entregando al mundo de las frutas de judías verdes únicas y diversas.
Otras frutas que se utilizan como verduras
Otras frutas que se utilizan a menudo como verduras incluyen tomatillos, calabazas amargas, chayote, guisantes y quingombó son ejemplos de dichas frutas.
Los tomatillos son frutas pequeñas, verdes y con cáscara que se usan comúnmente en salsas y salsas. Las calabazas amargas, conocidas por su sabor amargo, se utilizan en varios platos y se cree que tienen beneficios para la salud. El chayote, una fruta verde y arrugada, es versátil y se puede cocinar de diferentes maneras, asemejándose en sabor y textura a las verduras.
Los guisantes, aunque comúnmente se consideran vegetales, botánicamente se clasifican como frutas. Se utilizan mucho en diversas cocinas y añaden un sabor dulce a los platos. La okra, otra fruta que se utiliza como verdura, se utiliza a menudo en sopas y guisos por su textura y sabor únicos.
Estas frutas, cuando se utilizan en platos salados, muestran su versatilidad, desdibujando la línea entre frutas y verduras en las prácticas culinarias.
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